Por un lado, como decía Enrique Dans, un blog te ata y te convierte en su esclavo al que tienes que alimentar de forma frecuente. Si además tienes una legión de adeptos que esperan ardientemente tu comida, que no es mi caso (todavía?), la empresa se complica exponencialmente. Por otro lado, escribir no es nada sencillo. Me refiero a escribir bien. En mi opinión, grosso modo, escribir bien significa redactar algo interesante, de manera estructurada y con la mayor corrección ortográfica y gramatical. Ni más, ni menos.
De cualquier modo, hay tantas cosas a nuestro alrededor sobre las que escribir y tengo tantas ideas para compartir que me parecería egoísta guardármelas para mí. Así que, tras este post metafísico, me pongo manos a la obra para continuar con este libro por fascículos, con más entusiasmo si cabe sabiendo que tengo al menos dos seguidores a quienes alimentar.
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1 comentario:
Eso, eso, que si no no saldrás en google. Lo importante es actualizar y los demás ya valoraremos si está bien escrito o no.
No necesitas un manual de estilo, lo más importante, que te entiendan y por ahora, lo consigues muy bien.
Y los demás aprendemos, que también es muy importante.
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