26 sept 2010

El tamaño importa

Por norma general se dice que en una empresa pequeña las posibilidades para desarrollarte profesionalmente son mayores que en una empresa grande. En la empresa pequeña los recursos son más limitados y, por tanto, los trabajadores han de asumir más responsabilidades. No obstante, esta ventaja suele traducirse en más trabajo, que no siempre implica un incremento o mejora de tus habilidades profesionales. Además, como en todas las empresas, siempre existe un organigrama, un jefe o un dueño por encima de nosotros que asume la toma de decisiones en nuestro lugar menoscabando la supuesta autonomía que nos han otorgado.
Continuando con el tema podríamos caer en el error de pensar que en la empresa pequeña los jefes trabajan menos. Sorprendentemente he comprobado que en la empresa pequeña los gerentes trabajan mucho más que sus empleados (no digamos si es el dueño) y, por supuesto, más que los directivos de grandes empresas. De hecho me cuesta imaginarme a algún jefe de departamento de una empresa grande trabajando como gerente de una empresa pequeña. No digo que no tenga las capacidades para ello, pero quizás le falte el esfuerzo, la adaptación a un medio con menos recursos y el aguante suficiente. Estoy convencido que estos directores de área han tenido la "fortuna" de alcanzar unos puestos de relevancia en empresas de gran tamaño que, con mucha dificultad, habrían logrado en una empresa pequeña. Y, sin embargo, se tiende a valorar más a un directivo de una gran empresa que al de una empresa pequeña por la relevancia, visibilidad y el volumen de negocio de la primera sobre la segunda.
En definitiva mi modelo de esfuerzo sería el siguiente ordenando de mayor a menor volumen de trabajo según el puesto desempeñado: Gerente de empesa pequeña, trabajador de empresa pequeña, trabajador de empresa grande, jefe o director de departamento de empresa grande.
¿Y tú, qué prefieres ser: cabeza de ratón o cola de león?

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